domingo, 4 de enero de 2009

Santo remedio, 2009

Terminó otro año. Como es costumbre, nos llenamos de optimismo y encapsulamos todo lo malo en ese 2008 que al fin se fue. Desde los últimos días de diciembre, hacemos de todo lo lindo un buen augurio. Cualquier cosa, ya sea un delicioso plato de camarones o un mesero simpático, nos parece inefable evidencia de que el 2009 será, sin duda, un excelente año. Aún así, antes de abalanzarse en un entusiasmo descontrolado, hay quienes preferimos consultar las proyecciones astrales de ciertas revistas especializadas. En mi caso, según averigué, tendré que estar alerta por ahí de febrero, pues habrá no sé qué vibras que pueden perjudicar mis tobillos. Una vez leídas las siempre esclarecedoras advertencias astrológicas, no queda más que atender cuestiones terrenales; que no por eso más razonables. Entre el 30 de diciembre y el 2 de enero, casi todos tenemos un momento de reflexión profunda que consagramos a la escritura minuciosa de una lista de propósitos anual. Por tradición, enlistamos 12 elementos que nos parecen cruciales en ese largo camino al éxito, a la sabiduría universal, o a aquello que se entienda como culminación de la realización personal. Al releer nuestros objetivos, puede suceder que por un instante, por una milésima fracción de segundo, nos angustiemos al entreveer las contrariedades de la implementación y la dudosa factibilidad de la ruta crítica (un propósito por mes). Sin embargo, el optimismo arrollador, que para esas fechas ya se ha apoderado de todos, vuelve rápido a invadirnos, y confiamos en la generosidad del nuevo año. Todo será posible simplemente porque todo inicia otra vez.
Pasada la euforia de las fiestas, cada quien y cada cual regresan a su sitio. Los días recuperan sus horas laborales y sus horas de descanso, reaparecen los tiempos de entrega, y uno empieza a reconsiderar algunos puntos de la lista. Notamos que es el tercer año consecutivo que "voy a dejar de fumar" o que el "voy a correr 4 diarios todas las mañanas" es una copia textual del punto número cinco de la lista del año pasado. Pero todavía es enero y es pronto para caer en desánimo. Sólo es cuestión de ser realistas en términos de disciplina y esfuerzo, nada es imposible con un poco de dedicación. Habrá que sudar, quizás hasta llorar, para cumplir con la lista. Incluso puede que sea necesario cambiar la dieta e ir estableciendo, de a poco, claro, un régimen estricto que balancee adecuadamente actividades físicas e intelectuales. ¡Resistiremos!¡Seremos fieles a nuestros propósitos hasta diciembre! Sí, el 2009 estará lleno de momentos de sufrimiento, pero no temas amiguita: a todo mal, un remedio, y santo remedio que te vengo a traer. Inspirada por las energías de Venus alineado con la Casa II de Capricornio, o tal vez sólo víctima de un activismo recalcitrante, una perrita encontró la solución: un blog.
Sea éste, si lo aceptas, el lugar común que, a diferencia de otros, alivie la pesadez de los días intensos que nos depara este año (si aún no te convenzo, recuerda que el crecimiento mundial será menor al 3% y que todos los países ricos están en recesión. También considera que no es muy probable que se llegue a un acuerdo sobre el calentamiento global en Copenhagen o que se firme la paz entre Israel y Siria. Dirás que Obama lo puede todo. Tal vez tengas razón, pero no olvides que el hombre del "Yes, we can" pasará un buen rato lidiando con un déficit de 1 trillón de dólares y con una poco pertinente guerra en Oriente Medio.). Dejemos este espacio libre de elucubraciones y preocupaciones, que ya están la lucha inagotable de Eterna Resistencia, las complejidades del ser mujer de Feminista Mexicana y el olvido desencantado de Estamos Fritos, y simplemente pasémosla chingón.

¡ Bienvenida a nuestro blog!

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